3 de mayo de 2007

Cuando cae agua... todos nos mojamos.


Cuando llueve, cuando cae agua, todos nos mojamos.
El problema viene dado, cuando la mojada se coge, no directamente del agua que cae del cielo, si no, de la que se encharca, con independencia de la cantidad que caiga, por la mala planificación de las infraestructuras.
De muestra un botón. En la avenida Juan Carlos I - "de los Charcos", menos mal que a S.M. le gusta navegar- , en cuanto caen cuatro gotas, bastantes metros de acera, quedan inutilizados para la utilización por parte de los peatones, salvo pena, de que los vehículos a su paso, te pongan como se suele decir "hecho un cristo".
Cuando esta infraestructura se diseño, parece ser, que no se calculó el volumen da agua que debe desalojar. Se haría el cálculo pensando en el cambio climático y que por tanto, seríamos ya zona desértica.
No es necesario que llueva, para que esto ocurra, si pasa el camión de baldeo, el agua que utiliza también llega a encharcarse.
¿Donde se ha visto, que la inclinación del acerado se dé hacia la fachada de los edificios - en lugar de hacia la calle?.. Fácil, en Juan Carlos I. El agua, para generar humedades, que los daños los pagaremos los propietarios.
La gestión de las aguas pluviales y de las residuales, es nefasta; existen dos tipos de alcantarillado, separados, aunque no a todo lo largo de Juan Carlos I. El coste de la depuración de una y otra no es el mismo.. ¿y si las pluviales, las están tratando como residuales o negras?, se somete a una depuración mucho más profunda, unas aguas que no lo necesita. Pues sí, eso está haciéndose en Cádiz. Posiblemente, debido a una obra de carácter provisionl - tres años - pero por lo menos en un sector, se hace.


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